El pasado 20 de Julio se estrenó en los cines japoneses “Kaze tachinu”, el nuevo trabajo de Hayao Miyazaki. Hacía mucho tiempo que una película no me emocinaba tanto y no esperaba encontrarme una cinta tan diferente a las anteriores películas de Studio Ghibli.
Han pasado 5 años desde “Ponyo en el acantilado” y la espera ha valido la pena. A sus 72 años, el maestro Miyazaki ha basado por primera vez una película de Studio Ghibli en la vida de una persona real, el ingeniero aeronáutico Jirou Horikoshi.
Nacido en la prefectura de Gunma en 1903, Jirou san estudió en la Universidad de Tokyo y sufrió el gran terremoto de Kantou en el año 1923 .Tras graduarse, entró a formar parte de la empresa Mitsubishi establecida en Nagoya. Su sueño desde niño siempre había sido construir un avión extraordinario y desde que tenía uso de razón, Jiro veía en sueños ese avión y admiraba a los ingenieros de la aeronáutica italiana.
Prueba tras prueba y pese a todos los intentos fallidos, los sueños de Jiro por diseñar un avión extraordinario son el viento que le empuja a seguir investigando. Realmente el dicho japonés “Shippai ha motto no seikou” (El fracaso es la base del éxito) impregna esta cinta de principio a fin.
Lo cierto es que hasta el año 1939 no existía ejército del aire en Japón, por lo que el diseño de un avión de combate era una prioridad para la Armada Imperial japonesa. Sin embargo, las motivaciones de Jirou no son en absoluto políticas, él es un ingeniero aeronáutico y su pasión es diseñar ese avión, pese a que las consecuencias de su éxito serán decisivas para la historia japonesa.
Dentro de ese contexto se desarrolla la historia de amor entre Naoko y Jirou, una relación que se complica debido a la enfermedad de Naoko. Y por primera vez, Studio Ghibli aborda la intimidad de la pareja con una sutileza que llega al fondo del corazón.
Finalmente, en el año 1939, Jiro completa con éxito el diseño del Zeroshikisen, conocido como Mitsubishi A6M“Zero” ó “Zerosen”, que en ese momento se consideró el caza de combate más capaz del mundo, llegando a ganarse una legendaria reputación en combate aéreo cerrado. De hecho, se convirtió en el avión japonés más producido de la historia.
Como apunte final, la banda sonora vuelve a ser obra del maestro Joe Hisaishi y el ending song es la bellísima canción “Hikouki gumo”, un tema de los años 70 interpretado por la cantante Arai Yumi, que resulta perfecta para cerrar la historia de “Kaze tachinu”.
Sólo queda decir que tendremos que esperar un poco hasta que la cinta llegue a España, pero os recomiendo de verdad que vayáis a ver la película, es muy distinta a lo que hasta ahora nos ha ofrecido el Studio Ghibli y me ha parecido una auténtica joya.